viernes, octubre 13, 2006

Pero Espere Todavía Hay Más: ¿se acuerda de los famosos cuchillos Ginzú?

FUENTE: The Encyclopedia of Pop Culture

El marketing directo por televisión es una de las formas de comunicación más cuestionadas en todo el mundo. Se les conoce técnicamente como infomerciales. Todos hemos hablado mal de ellos, pero en algún momento de nuestras vidas nos han atrapado en el televisor en incluso hemos comprado sus productos.
Los informerciales son aquellos segmentos de televisión que son una especie de comerciales largos de 10 y hasta 20 minutos donde tratan de vendernos un producto que cambiaré dramáticamente nuestras vidas. Aunque fueron prohibidos de la televisión colombiana hace ya casi 5 años, aun podemos ver varios de ellos en los canales de televisión internacional.
El Infomercial tiene varios elementos comunes:
Un problema por resolver, unos productos competencia que fracasan en el intento, el producto protagonista que si lo logrará, cientos de testimonios de compradores felices y expertos científicos, demostraciones de su funcionamiento, una línea gratuita por llamar, un formato “talk show” con un público emocionado, un sentido de urgencia y varios bonificados por comprar el producto.
“Pero Espere Todavía Hay Más”… entonces aparecían nuevos regalos para hacer irresistible la oferta.
El Informercial es quizás el símbolo de la CULTURA POP que mejor explica el deseo compulsivo de comprar ese producto mágico que nos hará perder peso, ganar pelo y preparar mejor la comida.
El recurso del Infomercial fue creado Ronco Ron Popeil, un vendedor de artículos de cocina que llevó las llamadas técnicas de “venta dura” a la televisión. Ronco estaba intrigado con la televisión que estaba alcanzado su gran popularidad en Estados Unidos en los 50.
Lo que hizo fue llevar su rutina completa de ventas a un show de tv. Es decir, había una demostración, unas preguntas tontas de su comprador con algunas objeciones y una repetición constante de los beneficios que traería el producto a su cliente.
Varios jugadores en el mercado empezaron a crear sus propios productos y a crear los infomerciales para cada uno de ellos. Uno de los más recordados sin duda, el de los famosos “Cuchillos Ginzú”, poderosos utensilios de cocina que en su demostración cortaban latas y partían perfectas tajadas de melón, tarea en la que previamente había fracasado un experto karateca japonés.
Del infomercial de Ginzú se recuerda la utilización por primera vez de la famosa frase: “Pero Espere Todavía Hay Más”, en la que daban más y más regalos a los compradores del peligroso set de cuchillos.
A pesar de los tiempos modernos, de los cambios del lenguaje de la televisión y del refinamiento de la publicidad hecha por agencias grandes, el infomercial sigue anclado en la televisión internacional, no solo como gran generador de dinero, sino como referente eterno de la CULTURA POP.

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