martes, mayo 08, 2007

La biotecnología llega a los flores

Fuente: THE WALL STREET JOURNAL

La razón es que esas plantas “milagrosas” en fase de desarrollo son resultado de la ingeniería genética. Pero plantas ornamentales con un ADN alterado podrían generar el mismo tipo de críticas que han enfrentado los alimentos transgénicos como el maíz y la soya.

Lo último que el sector de horticultura necesita es ser acusado de vender “flores Frankenstein”. La industria se ha visto golpeada por la falta de tiempo que afecta a las familias del mundo moderno; plantas alteradas genéticamente para que sean más fáciles de cultivar podrían volver a despertar el interés de nuevos jardineros aficionados.

Por ahora, la única planta ornamental transgénica en el mercado es el clavel, que ha sido inyectado con el gen de una petunia, lo que le da un tono lila azulado que no se ve en la naturaleza.

Varios obstáculos han dificultado el mejoramiento genético de flores y arbustos. El principal es el alto costo de la tecnología y el registro de patentes relacionadas con esas alteraciones genéticas. Y como las plantas ornamentales representan sólo una fracción del sector agrícola, las ventas de semillas y plantas jóvenes no son suficientes como para que la inversión sea viable.

Selecta Klemm es una firma alemana que vende retoños de plantas a productores de flores en varios países. Mendel Biotechnology es una empresa californiana dueña de derechos sobre técnicas de ingeniería genética. Ambas se acaban de aliar para revertir esas barreras.

La nueva unión se llama Ornamental Bioscience. Su meta es generar beneficios funcionales a horticultores comerciales y consumidores, produciendo no sólo flores con nuevos colores y formas, sino plantas más resistentes y duraderas.

La empresa ha despertado algunos genes en petunias y ponsetias y está cultivando las flores en invernaderos para determinar si realmente serán más resistentes a las heladas o sequías.

Los agricultores y científicos han manipulado los genes de plantas durante siglos. Han cruzado variedades para obtener características distintas, generalmente mediante la transferencia de polen de una planta a otra. En cierto modo, Ornamental Bioscience continúa esta tendencia. Pero será un reto llevar esas plantas al mercado. Además de superar obstáculos regulatorios, tendrá que persuadir a los clientes a que paguen entre un 35% más por sus plantas.

También existe la preocupación de los ambientalistas que creen que esas nuevas plantas pueden afectar las variedades existentes en la naturaleza.

Pero el movimiento de oposición a las flores genéticamente alteradas no se compara al alboroto generado por los alimentos transgénicos. Una de las personas involucradas en el proyecto afirmó: “Creo que nadie se molestaría por la idea de una petunia más resistente”.

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