lunes, julio 16, 2007

Arianespace: el nuevo líder de la industria espacial

Fuente: THE WALL STREET JOURNAL

En Kourou, Guyana Francesa, un operador de cohetes ha tomado la delantera en una nueva carrera espacial y ha llamado la atención de muchos en la industria, incluyendo la NASA.

El mes pasado puso en órbita un par de satélites comerciales. Michael Griffin, administrador de la NASA estuvo presente.

Su asistencia al lanzamiento del cohete Ariane 5 fue más que una formalidad. La NASA planea jubilar a su flota de transbordadores en 2010, pero si la agencia tiene problemas para encontrar un reemplazo, podría usar este cohete europeo para llevar carga y quizás tripulación estadounidense a la estación espacial internacional. Después del lanzamiento, Griffin declaró que el sistema es “probablemente el mejor del mundo, muy fluido e impresionante”.

El hecho de que la NASA siquiera considere a un proveedor de cohetes francés es una señal de que el equilibrio de poder en el negocio aeroespacial se ha inclinado hacia una compañía que no es estadounidense.

Arianespace fue creada durante la Guerra Fría para garantizar a las empresas y gobiernos europeos el acceso independiente al espacio. Esta firma francesa se ha convertido en la líder de la puesta en órbita de naves espaciales por encima de Boein. y Lockheed Martin.

Su éxito es una combinación de una ingeniería innovadora, precios reducidos y a la influencia comercial de la Unión Europea cuando se trata de lanzar satélites privados.

La estrella de la empresa es el Ariane 5, que alcanza una altura similar a la de un edificio de 20 pisos.

Este usa una nueva tecnología de “lanzamiento dual” para propulsar simultáneamente dos grandes naves espaciales a 35.000 kilómetros de altura. Los competidores de Arianespace rechazaron la idea hasta que se demostró que tiene la capacidad única de lanzar varios satélites de manera simultánea. Ahora los operadores de satélites comerciales hacen fila para convertirse en sus clientes.

Arinaespace controla más del 50 por ciento de un mercado de lanzamiento de satélites que mueve 2.700 millones de dólares. Ahora ha puesto su mira en un nuevo ámbito: los vuelos tripulados.

Arianespace es propiedad de un grupo de compañías y entidades gubernamentales de 11 países europeos.

Su ascenso ha sido impulsado por Jean-Yves Le Gall, presidente de la empresa. Reservado y cerebral, Le Gall heredó el proyecto de este cohete cuando se convirtió en el director operativo de la empresa a mediados de 2001.

El éxito de la compañía es notable debido a que sobrevivió a un desastroso lanzamiento en 2002. En su vuelo inaugural de la versión actual del Ariane 5. En esa ocasión, el motor principal falló a menos de tres minutos después del despegue. El daño significo la destrucción de la nave y dos satélites comerciales valorados en cerca de 300 millones de dólares.

Le Gall no se dio por vencido. Personalmente tranquilizó a sus clientes y los ayudó a buscar formas alternativas para llevar sus aparatos al espacio.

Luego vino la reingeniería de la empresa. Arianespace terminó pareciéndose a una línea aérea que se encarga del transporte y terceriza otras partes del negocio, como la preparación de las comidas y el mantenimiento. Le Gall asegura “Ya no fabricamos vehículos. sólo los lanzamos”.

Arianespace también contempla que sus gerentes, en vez de sus clientes, decidan qué cohete usar para llevar los satélites a órbita, algo impensable pues los clientes siempre han decidido muchos de los detalles del lanzamiento.

Le Gall responde a estas dudas con una analogía aérea: “Cuando usted compra un pasaje en una aerolínea, no se preocupa si ésta va a usar un Boeing o un Airbus”. Con ese espíritu el eslogan más reciente de la compañía es “llevar cualquier peso, a cualquier órbita en cualquier momento”

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