miércoles, junio 06, 2007

El Éxito que Perdura

Fuente: portafolio

Al lado de otros colaboradores, el autor llevó a cabo un trabajo de campo basado en entrevistas con unos 200 personajes de todo tipo y nacionalidad.

La principal conclusión puede resultar repetitiva, pero no deja de ser interesante: la emulación no es el camino. Aquí están algunos casos:

Hace 70 años, los propietarios de una una pequeña tienda de ornamentos, ubicada en Bangladesh, tuvieron 14 hijos, de los cuales cinco murieron antes de cumplir cinco años. Uno de los que quedó partió, viajando miles de kilómetros, hasta llegar a India. Su nombre Muhammad Yunus: obtuvo una beca y se doctoró en economía. A los 32 años regresó a su país y una tragedia natural le cambió su concepción de la ciencia que había estudiado. Saliéndose de toda la ortodoxia financiera, montó un modelo de microcrédito, que se convirtió en ejemplo mundial y lo hizo merecedor al premio nobel.

Warren Buffett es uno de los hombres más ricos del mundo y su amor por el trabajo es desbordado. Su testimonio es diciente: "Llego bailando al trabajo de la felicidad. Es así como me siento y no disminuye. Es algo sensacional".

Nelson Mandela estuvo 27 años en la cárcel por conspirar contra el régimen. Cuando fue liberado, a los 71 años de edad, decidió reinventar su país a través de un proceso de paz, dentro del cual no cabía la venganza, que muchos le aconsejaban. Su causa de “No Violencia” triunfó y sus adeptos aumentaron.

"Cuando salí de la Casa Blanca estaba desesperado", dijo un día Jimmy Carter, al reconocer que nunca pensó en ser derrotado para un segundo período por Ronald Reagan. Una vez salió del gobierno, cayó en una depresión profunda. ¿Qué lo sacó adelante? La familia, la comunidad de donde provenía y la fe religiosa. 20 años después de su segunda carrera recibió el Premio Nobel de Paz, por su trabajo en favor de la humanidad al alcanzar un liderazgo que no es indiscutido.

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