lunes, abril 30, 2007

¿Tiene un genio en casa?

Fuente: www.abcdelbebe.com

La idea de tener un genio en casa es una fantasía para algunos padres e incluso, hay quienes se enorgullecen de que su hijo parezca un adulto. Pero no hay que olvidar que sigue siendo un niño y, por más talentoso que sea, no tendrá éxito si no recibe los apoyos adecuados para desarrollar esas capacidades especiales.

Paula Bernal es sicóloga especialista en desarrollo infantil. Ella dice que “Las presiones de los adultos se deben manejar para que estos pequeños puedan crecer de manera sana”

El término superdotado ya no se usa porque los estudios de pediatría del desarrollo han demostrado que no todo es inteligencia, esa que tiene que ver con la memorización. También es importante
la parte práctica y el factor socioafectivo, relacionado con la manera como lleva sus relaciones interpersonales.

Aunque hay diversas teorías sobre la inteligencia, los expertos en el tema han concluido que es modificable y que su desarrollo depende del medio ambiente y de sus experiencias con la familia y su entorno escolar. De manera que una estimulación y una nutrición adecuadas la potencian.

Julián de Zubiría es el vicepresidente de la Federación Mundial de Superdotación y Talento. LLeva más de 20 años tratando con niños de inteligencia superior y ha practicado más de diez mil pruebas de coeficiente intelectual. Zubiría define la inteligencia como “la capacidad para adaptarnos a las ideas, al mundo y a las personas, no simplemente para estudiar en un colegio”.

Beatriz Parra, directora científica del Centro Psicológico de Aprendizaje complementa la definición de inteligencia: “es la capacidad que tiene el individuo para enfrentar y solucionar situaciones específicas”.

Aunque genéticamente los seres humanos nacemos con predisposición a ser menos o más inteligentes y algunos pequeños a los 2 años tienen un comportamiento más adelantado para su edad, todavía no es posible catalogarlos con las pruebas de coeficiente intelectual. Esto solo se puede hacer cuando cumplen 5 años.

Cuando se certifica a un niño como genio, comienza a manejar la presión de sus padres que esperarán siempre su éxito. También la presión de sus profesores que cada día le exigirán más. ¿Qué pasa el día en que el niño pierda una materia?

Ni la familia, ni los maestros, y mucho menos el niño, están preparados para el fracaso. Por eso, es indispensable dejar claro desde el primer momento que tener capacidad especial para el aprendizaje no significa que sea superior o que no pueda tener una educación como la de los otros niños, aclara Beatriz Parra especialista en psicología del aprendizaje.

Sin embargo, es adecuado que su hijo con inteligencia superior estudie en un colegio de exigencia alta y que participe en actividades deportivas. Algunos necesitan intervención sicológica porque sienten que sus compañeros no entienden y que la profesora repite todo.

Tenga en cuenta que desarrollar capacidades inusuales de manera reforzada genera problemas severos. El ejemplo claro son los niños que llegan a los 12 años a la universidad, quienes tienen conflicto a pesar de su intelecto, porque hay actividades para las que no están preparados y no podrán realizar como irse de rumba o tener novia. Estos problemas de adaptación podrían desembocar en el uso de sustancias sicoactivas e intentos de suicidio, comenta el especialista Germán Casas.

El modelo paterno o materno es el ejemplo de cualquier comportamiento. El diálogo es fundamental. También deben respetar el desarrollo normal de su cerebro, ayudándolo a ubicar sus debilidades y fortalezas.

Antes de esas características, hay que advertir que los papas no deben tildar a su hijo como superdotado porque el pequeño no buscará más conocimiento profundo del que ya tiene. Calificar a un niño como alguien extraordinario puede crear, a nivel socioafectivo, generar una distorsión en la personalidad, generando actos de pedantería.

Si esto ocurre, lo ideal es buscar que realice labores que le permitan desarrollar su liderazgo. Siempre necesitará estímulos y un seguimiento.

La identificación de un niño con capacidades especiales es un proceso complejo y todos los casos son distintos. Pero hay 6 características comunes que se pueden mencionar para reconocer a un “niño genio”:

Primera: Camina o habla a una edad temprana.

Segunda: Su vocabulario es más sofisticado y lo utiliza en contextos adecuados y coherentes.

Tercera: Tiene buena memoria, y no solo con datos y nombres exactos sino con situaciones específicas que relaciona con claridad.

Cuarta: Hace preguntas frecuentes. Aquí no hablamos del “sinfín” de preguntas que siempre tienen un “por que” involucrado que se convierten en un juego. Son preguntas con sentido con el afán de descubrir algo más allá.

Quinta: Se aburre con facilidad. Aprende rápido la rutina de los programas de televisión o de los juegos que hacen los niños, y pierde el interés rápidamente.

Sexta: Es activo. Siempre tiene que estar haciendo y pensando en nuevas actividades.

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